El Colegio Lepanto se une al dolor y a la indignación que sentimos por el compañero muerto mientras realizaba su labor docente como todos los días.
Quién le iba a decir que la muerte vendría a esas aulas donde desde pequeño lo educaron y le inculcaron valores para ser una digna persona.
¡ SOY PROFESOR, UN APOYO NO UNA VÍCTIMA!.
quien podria haber echo esto...
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